Triglicéridos: más que un marcador, un motor del riesgo cardiovascular

Triglicéridos: más que un marcador, un motor del riesgo cardiovascular

Introducción: el riesgo residual más allá del colesterol LDL

Durante décadas, el colesterol LDL se ha considerado el principal enemigo en la prevención cardiovascular. Sin embargo, numerosos estudios —incluido el ensayo FOURIER-OLE— demuestran que incluso pacientes con niveles extremadamente bajos de LDL-C siguen sufriendo eventos cardiovasculares.
Este fenómeno se conoce como riesgo cardiovascular residual.

Entre los factores implicados, los triglicéridos (TG) y las lipoproteínas ricas en triglicéridos (TRL) destacan como protagonistas. Estas partículas, que incluyen las VLDL y sus remanentes, poseen capacidad aterogénica, y su exceso refleja un trastorno global del metabolismo lipídico.

Objetivo del estudio: visualizar la alteración lipídica global

El trabajo, publicado por Núria Amigó, Pol Torné, Liv T. Nordestgaard, Francesco Di Giacomo-Barbagallo, Carla Merino, Paolo Magni, Ana González-Lleó, Natalia Andreychuk, Alberico L. Catapano, Lluís Masana y Daiana Ibarretxe, analizó cómo los niveles crecientes de triglicéridos alteran el perfil lipoproteico completo.

Para ello, el equipo aplicó la tecnología de resonancia magnética nuclear (¹H-NMR) —mediante el método Liposcale®— en 822 pacientes con alteraciones metabólicas atendidos en una unidad hospitalaria especializada en lípidos.

Además, el grupo desarrolló una herramienta visual innovadora denominada “Lipid Silhouette” (LS), una representación circular que resume diez parámetros lipoproteicos clave, permitiendo observar de un vistazo cómo el aumento de TG deforma el equilibrio lipídico del paciente.

Resultados principales: un desajuste lipídico progresivo

Los participantes se agruparon en cuartiles de triglicéridos, desde valores normales (<1.05 mmol/L) hasta hipertrigliceridemia (>2.17 mmol/L). Los hallazgos fueron contundentes:

  • Las partículas VLDL aumentaron hasta seis veces en el cuartil superior, especialmente las de menor tamaño, consideradas las más aterogénicas.
  • El colesterol remanente —transportado por VLDL e IDL— se multiplicó por cuatro, llegando a representar hasta el 30 % del colesterol total en los pacientes con más triglicéridos.
  • Las LDL se volvieron más pequeñas y densas, con un incremento del 50 % en las partículas pequeñas de LDL, conocidas por su elevada capacidad de penetración arterial.
  • Las HDL, tradicionalmente protectoras, disminuyeron en número y se enriquecieron en triglicéridos, reduciendo su eficacia funcional. El índice HDL-TG/HDL-C aumentó más del doble.

En conjunto, estos cambios definen un perfil lipoproteico proaterogénico global, observable visualmente mediante el lipid silhouette, que se contrae progresivamente a medida que crecen los niveles de TG.

Figura 1. Silhuetas lipídicas medias derivadas de diez parámetros de lipoproteínas medidos mediante resonancia magnética nuclear (¹H–RMN) en pacientes categorizados según los cuartiles de concentración de triglicéridos. Al- teración de los parámetros representada como una contracción de la silueta hacia su centro, con la magnitud de la contracción proporcional a la variación del parámetro correspondiente. LDL–Z: tamaño del diámetro de las LDL; S–LDL–P: partículas pequeñas de LDL; LDL–C: colesterol LDL; LDL–TG: triglicéridos en LDL; Rem C: colesterol remanente; VLDL–TG: triglicéridos en VLDL; HDL–Z: tamaño del diámetro de las HDL; M–HDL–P: número de partículas de HDL de tamaño medio; HDL–C: colesterol HDL; HDL–TG/HDL–C: relación triglicéridos/colesterol en HDL. La sombra representa el intervalo de confianza.
Tabla 1. Características clínicas y bioquímicas basales de la población estudiada, categorizada según la ausencia o presencia de diabetes y obesidad (D/O) y posteriormente estratificada en terciles de acuerdo con las concentraciones séricas de triglicéridos (mmol/L).

Independencia de la obesidad o la diabetes

Aunque la obesidad y la diabetes tipo 2 suelen acompañar a la hipertrigliceridemia, el estudio demostró que las alteraciones lipídicas se mantenían incluso en pacientes sin estas condiciones, reforzando la idea de que los triglicéridos son un determinante directo del desajuste lipoproteico.

Tanto hombres como mujeres mostraron un patrón similar de deterioro metabólico conforme aumentaban los niveles de TG.

Discusión: el papel fisiopatológico de los triglicéridos

El equipo propone un modelo en el que la acumulación de triglicéridos hepáticos incrementa la producción de partículas VLDL, aumentando así el número total de lipoproteínas aterogénicas (apoB-contenidas).

En estados de hipertrigliceridemia, la actividad de la lipoproteína lipasa (LPL) se ve saturada, reduciendo la depuración de las TRL y generando remanentes parcialmente delipidatados, con mayor capacidad de penetrar en la pared arterial.

Además, el intercambio lipídico mediado por la proteína de transferencia de ésteres de colesterol (CETP) se altera, originando LDL y HDL pequeñas, densas y enriquecidas en triglicéridos, con menor funcionalidad.

Figura 2. Representación esquemática del metabolismo de los triglicéridos. (a) En individuos con niveles bajos de triglicéridos (TG), la producción hepática de lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL) a través de la proteína de transferencia de triglicéridos microsomal (MTP) es menor. Una vez en la circulación, las lipoproteínas ricas en triglicéridos (TRL) experimentan una delipidación eficiente, lo que facilita un intercambio lipídico normal con las lipoproteínas de baja densidad (LDL) y las lipoproteínas de alta densidad (HDL), mediado por la proteína de transferencia de ésteres de colesterol (CETP). (b) En individuos con un alto contenido de triglicéridos intrahepáticos (por ejemplo, debido a obesidad, diabetes, dieta poco saludable o consumo de alcohol), la secreción hepática de VLDL aumenta, ampliando el conjunto de lipoproteínas aterogénicas. La carga excesiva de TRL sobrepasa la actividad de la lipoproteína lipasa (LPL) y la lipasa hepática (HL), lo que conduce a TRL parcialmente delipidadas (lipoproteínas remanentes). Los niveles elevados de triglicéridos circulantes alteran los procesos de intercambio lipídico mediados por la proteína de transferencia de ésteres de colesterol (CETP), provocando un enriquecimiento en triglicéridos y una disminución del colesterol en las partículas de LDL y HDL. Esto da lugar a la formación de partículas de LDL y HDL más pequeñas y densas. De forma simultánea, las TRL transportan más colesterol, lo que incrementa los niveles de colesterol remanente, el cual podría contribuir de manera significativa a la aterogénesis.

Implicaciones clínicas y estrategias preventivas

Los autores subrayan que el control de los triglicéridos debería considerarse un objetivo prioritario en la prevención cardiovascular, más allá del LDL-C.

Estrategias terapéuticas destacadas:

  • Intervenciones sobre el estilo de vida: pérdida de peso, actividad física y reducción de la circunferencia abdominal.
  • Dieta equilibrada, con limitación de azúcares simples y grasas saturadas.
  • Agonistas del receptor GLP-1, que reducen la masa grasa hepática.
  • Ácido eicosapentaenoico (EPA) purificado, capaz de reducir eventos cardiovasculares en pacientes hipertrigliceridémicos, probablemente mediante mecanismos antiinflamatorios.

El estudio destaca que incluso incrementos moderados de triglicéridos pueden alterar de forma profunda todo el espectro lipoproteico. Por ello, su monitorización con herramientas avanzadas como la RMN Liposcale® puede aportar una visión integral del riesgo cardiovascular residual.

Conclusiones: nueva visión para la prevención cardiovascular

El trabajo concluye que los triglicéridos no son solo un componente de la dislipemia aterogénica, sino un auténtico motor de la desregulación lipídica global.

La caracterización avanzada mediante ¹H-NMR permite detectar estas alteraciones de forma temprana y ofrecer tratamientos más personalizados.

Visualizar la “silueta lipídica” facilita la comprensión clínica y la comunicación con el paciente, aportando una herramienta útil para una prevención cardiovascular más precisa y efectiva.

Lee el artículo complete aquí: https://www.mdpi.com/1422-0067/26/17/8284