Congreso SED 2019

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Otro de los temas debatidos en la mesa conjunta SED-CIBERDEM celebrada en este Congreso se ha centrado en desvelar el impacto del riesgo cardiovascular oculto en el paciente con diabetes, es decir, el riesgo residual que persiste cuando se han modificado todos aquellos factores de riesgo considerados importantes. El problema es importante, ya que hasta un tercio de pacientes aparentemente libres de peligro cardiovascular acaban teniendo un infarto.

Un ejemplo claro de esta situación es el colesterol, según ha expuesto en su conferencia Josep Ribalta, de la Universidad Rovira i Virgili de Reus de Tarragona (IP Luis Masana). Presentar niveles elevados de colesterol es uno de los principales factores de riesgo para tener un infarto; sin embargo, “más de un 30% de los infartos ocurren en personas con un colesterol LDL aparentemente normal”, apunta este experto. Esa normalidad se fundamenta en hallazgos derivados de analíticas rutinarias, pero con el empleo de herramientas analíticas más especializadas se puede percibir, por ejemplo, que las partículas LDL son más numerosas y pequeñas, que sus HDL funcionan de manera menos efectiva y/o que hay unas lipoproteínas (remanentes) que al organismo les cuesta eliminar.

Por lo tanto, el Prof. Ribalta propone dos líneas de trabajo para ayudar a los clínicos a identificar estas situaciones de riesgo que escapan a las analíticas de rutina. Por una parte, aconseja la utilización metodologías como la resonancia magnética nuclear que permitan visibilizar estas características, siendo necesario que tengan una aplicación rutinaria en la clínica en un futuro no lejano; a su juicio, la resonancia magnética nuclear es una herramienta útil para detectar la dislipemia diabética de una manera precisa, y con posibilidades de ser aplicada a la clínica”.

Por otra,este experto recomienda analizar exhaustivamente otras propiedades de las lipoproteínas (no sólo su concentración) que hagan que a concentraciones normales puedan ser más propensas a depositarse en las arterias. Así, se sugiere que puede resultar muy informativo estudiar su carga eléctrica, las modificaciones postraduccionales de algunas de sus proteínas o los restos de pared bacteriana que arrastran una vez son producidas en el intestino…

En definitiva, según resume Josep Ribalta, “si somos capaces de identificar los parámetros (ocultos) que ponen de manifiesto este riesgo y si mejoramos nuestro conocimiento sobre qué los causa y cómo modificarlos, estaremos dando pasos importantes para prevenir las consecuencias del riesgo cardiovascular oculto en personas con diabetes”. A modo de ejemplo, el profesor de la Universidad Rovira i Virgili indica que la presencia de LDL pequeñas depende en gran medida de los triglicéridos y, por lo tanto, en determinados pacientes el control de los triglicéridos puede ser más importante que el del colesterol.